Prevención del cáncer colorrectal: factores de riesgo y recomendaciones

El cáncer colorrectal (CCR) es uno de los tumores malignos más frecuentes a nivel mundial, ocupando el tercer lugar en incidencia y el segundo en mortalidad. Sin embargo, es también uno de los más prevenibles y, cuando se detecta en etapas tempranas, presenta altas tasas de curación. Conocer sus factores de riesgo y las estrategias preventivas es fundamental para reducir su impacto.

Epidemiología del cáncer colorrectal

El CCR afecta a hombres y mujeres casi por igual, con una ligera predominancia en varones. Su incidencia aumenta significativamente a partir de los 50 años, aunque en las últimas décadas se ha observado un preocupante incremento en adultos jóvenes (menores de 50 años).

En España, se diagnostican aproximadamente 40.000 nuevos casos anuales, representando el 15% de todos los tumores. Afortunadamente, la supervivencia a 5 años ha mejorado notablemente, superando el 65% gracias a los avances en detección precoz y tratamiento.

Factores de riesgo

Factores no modificables

  • Edad: El riesgo aumenta significativamente a partir de los 50 años.

  • Historia familiar: Tener familiares de primer grado con CCR duplica o triplica el riesgo.

  • Síndromes hereditarios:

    • Poliposis adenomatosa familiar (PAF)
    • Síndrome de Lynch (cáncer colorrectal hereditario no polipósico)
    • Otros síndromes polipósicos menos frecuentes
  • Enfermedad inflamatoria intestinal:

    • Colitis ulcerosa
    • Enfermedad de Crohn con afectación colónica

Factores modificables

  • Dieta:

    • Alto consumo de carnes rojas y procesadas
    • Dieta pobre en fibra, frutas y verduras
    • Ingesta elevada de grasas saturadas
  • Estilo de vida:

    • Sedentarismo
    • Obesidad
    • Tabaquismo
    • Consumo excesivo de alcohol
  • Diabetes mellitus tipo 2

Lesiones precursoras: los pólipos colorrectales

La mayoría de los cánceres colorrectales se desarrollan a partir de pólipos adenomatosos, siguiendo la secuencia adenoma-carcinoma que puede durar entre 10-15 años. Esta lenta progresión ofrece una ventana de oportunidad para la prevención y detección precoz.

Tipos de pólipos:

  • Adenomas: Con potencial de malignización

    • Tubulares
    • Tubulovellosos
    • Vellosos (mayor riesgo)
  • Pólipos serrados: Vía alternativa de carcinogénesis

  • Pólipos hiperplásicos: Generalmente benignos

Estrategias de prevención

Prevención primaria

  1. Recomendaciones dietéticas:

    • Aumentar el consumo de fibra (25-30g/día)
    • Priorizar frutas, verduras y legumbres
    • Limitar carnes rojas (<500g/semana)
    • Evitar carnes procesadas
    • Seguir patrón de dieta mediterránea
  2. Actividad física:

    • Mínimo 150 minutos semanales de actividad moderada
    • Reducir tiempo sedentario
  3. Control de peso:

    • Mantener IMC entre 18.5-25 kg/m²
    • Evitar acumulación de grasa abdominal
  4. Hábitos tóxicos:

    • Evitar tabaco
    • Limitar consumo de alcohol
  5. Quimioprevención (en grupos seleccionados):

    • Aspirina a dosis bajas (bajo supervisión médica)
    • Suplementos de calcio y vitamina D (evidencia moderada)

Prevención secundaria: programas de cribado

Los programas de cribado permiten detectar lesiones precancerosas o cánceres en estadios iniciales, cuando el tratamiento es más efectivo y menos invasivo.

Población de riesgo medio (sin antecedentes familiares ni personales)

Opciones recomendadas a partir de los 50 años:

  • Test de sangre oculta en heces inmunológico (SOHi): Cada 1-2 años
  • Colonoscopia: Cada 10 años
  • Sigmoidoscopia flexible: Cada 5 años

Población de alto riesgo

  • Historia familiar de CCR:

    • Inicio del cribado: 10 años antes de la edad del caso índice
    • Método preferente: Colonoscopia
    • Intervalo: Según hallazgos y carga familiar
  • Síndromes hereditarios:

    • Protocolos específicos según cada síndrome
    • Inicio desde la adolescencia en algunos casos
    • Seguimiento multidisciplinar
  • Enfermedad inflamatoria intestinal:

    • Inicio: 8-10 años tras el diagnóstico
    • Colonoscopias con cromoendoscopia
    • Intervalos individualizados

Signos de alarma que no debes ignorar

Aunque el CCR puede ser asintomático en fases iniciales, existen síntomas que deben alertarnos:

  • Cambio en el hábito intestinal (diarrea o estreñimiento persistentes)
  • Sangrado rectal o sangre en las heces
  • Dolor abdominal persistente
  • Sensación de evacuación incompleta
  • Anemia inexplicada
  • Pérdida de peso no intencionada
  • Fatiga persistente

Ante cualquiera de estos síntomas, es fundamental consultar con un especialista en aparato digestivo, especialmente si se tiene más de 40 años o existen antecedentes familiares.

La prevención del cáncer colorrectal es una responsabilidad compartida entre pacientes, médicos y sistema sanitario. La combinación de hábitos saludables y participación en programas de cribado puede reducir significativamente la incidencia y mortalidad de esta enfermedad.